Durante el mes de junio se celebró el 32 aniversario de Colonia Juvenil, organización no gubernamental de ayuda social en San Luis Potosí, México, que ofrece una oportunidad de formación educativa y humana integral a jóvenes y adolescentes talentosos de escasos recursos con diversos servicios: educación, vivienda, alimentación, salud y atención psicológica.
A lo largo de estos años, Colonia Juvenil ha tenido un significativo progreso que ha traído de aprendizajes y experiencias para todo el equipo y, por su puesto, para los colonos. Es por lo que, cada aniversario, se reconoce y conmemora el aprendizaje, enseñanza y vivencia que sucede en la institución.
Cuando ingresé a Colonia Juvenil para estudiar la secundaria y fue cuando descubrí el increíble trabajo que hace la asociación. Hoy, estoy a un año de salir de la preparatoria y me atrevo a decir que mi vida dio un giro inesperado, pues tengo ideas y objetivos más claros de lo que quiero hacer en mi vida.
¿Por qué es importante reconocer el progreso que ha tenido Colonia Juvenil a lo largo de estos 32 años? En mi experiencia, creo que ninguna otra institución ha logrado cumplir tanto tiempo haciendo labores de solidaridad, de formación humana y de educación de calidad para ayudar a miles de jóvenes a que cumplan sus sueños como lo ha hecho Colonia Juvenil.
Se tiene que reconocer y valorar el progreso de esta asociación, porque estoy segura de que es la única que se ha mantenido firme y perseverante para llegar a ser hasta el día de hoy tan exitosa. Ofrece una educación de calidad como la que yo recibí durante la secundaria y como la que estoy recibiendo actualmente como alumna del Instituto Potosino Marista, una de las mejores preparatorias de todo el estado.
Además, hay diversas actividades y capacitaciones tanto para maestros como alumnos, en las que conocemos, mejoramos y reforzamos nuestras habilidades, métodos de enseñanza y métodos de aprendizaje. Colonia Juvenil siempre nos da las herramientas necesarias para que podamos recibir una formación integral, e incluso nos da herramientas extras para que nos pongamos retos y objetivos y podamos mejorar. Día con día, el equipo, directivo y colonos trabajamos con esfuerzo y entrega sumando cosas y aprendizajes nuevos para mejorar la institución.
Como todo en la vida no hay días iguales, el trabajo nunca es rutinario, todos los días se aprende algo nuevo en la institución. Al ser parte de Colonia Juvenil, tenemos el privilegio de interactuar con una gran variedad de personalidades y talentos que nos ayudan a crecer tanto en lo personal, social, hasta lo moral y laboral.
En el momento en el que me convertí en colona, comencé a valorar todo lo que tengo: mi familia, mis amigos, mi hogar, la educación que tengo y el pan de cada día. Aprendí a ser agradecida con la vida y a aprovechar todas las oportunidades que se me presentan en el camino; me convertí en alguien más independiente y valiente; aprendí a compartir y a ser solidaria ayudando con experiencia y sabiduría a los demás. Cada día refuerzo y llevo a cabo valores como la responsabilidad, perseverancia, solidaridad, esfuerzo y respeto.
En Colonia Juvenil, mis compañeros y yo aprendemos que no hay límites cuando hay determinación, constancia y disciplina; que cada esfuerzo por más pequeño que sea tiene su recompensa; que el tiempo jamás es perdido cuando estamos formando nuestro futuro; que siempre hay que tener metas, saber dónde estamos parados y hacia dónde queremos ir.
Como colonos y excolonos, concluir nuestros estudios y una carrera universitaria con nivel académico muy alto, en ocasiones recibir premios, reconocimientos o menciones honorificas por nuestro esfuerzo y dedicación, son experiencias que nos acompañarán toda la vida. Estamos cumpliendo nuestros objetivos y las metas que nos forjamos día a día, lo cual nos motiva a ser mejores.
Cada Fiesta de Gratitud se llena de emoción porque podemos apreciar el progreso que ha tenido cada compañero y hermano, y la manera en que ha ido creciendo hasta concluir una etapa educativa en su vida. Por otro lado, también nos conmueven los momentos de felicidad y orgullo de nuestros padres cuando ven que sus hijos están logrando sus metas, estás también son experiencias muy emotivas y de mucha alegría.
Colonia Juvenil es sinónimo de solidaridad, esfuerzo y perseverancia. Forma parte del cambio que necesita México y de la ayuda que necesitamos tantos jóvenes para tener oportunidades de sobresalir en todos los ámbitos. Con esta institución la sociedad, empresas y asociaciones pueden dar su granito de arena para apoyar en la formación y construcción de un mejor futuro para jóvenes de todo el estado.
Colonia Juvenil es un segundo hogar para mí y muchos otros jóvenes de distintas partes del estado de San Luis Potosí y sin dudarlo en ella siempre habrá alguien que nos tienda la mano. Es una gran oportunidad para realizar nuestras metas a corto, mediano y largo plazo, ya que se adquiere una educación integral, de excelencia y calidad en todos los niveles, con la que podemos tener una formación más completa y garantizada.
Esta increíble institución representa un esfuerzo para mitigar la desigualdad social de nosotros como jóvenes potosinos, pues defiende el derecho a la educación digna y de calidad. Colonia Juvenil es un lugar de esperanza, no solo para el estado de San Luis Potosí, si no para nuestro país y para nuestra sociedad.
Me siento muy afortunada por tener la oportunidad de conocer y ser testigo de alguna parte de su progreso, que comenzó su formación únicamente con 8 niños, solo atendiendo a hombres y con el funcionamiento exclusivamente para secundaria. Con el paso del tiempo se fue incluyendo a las mujeres y además se añadió la sección de preparatoria y universidad para tener una formación educativa más amplia.
Finalmente se fueron implementando proyectos de mentoría, talleres de ayuda vocacional y capacitación laboral que fueron mejorando la institución hasta convertiste en la Colonia Juvenil que conozco yo hoy en día. Esto me ha beneficiado muchísimo, ya que puedo desenvolverme de manera amplía en muchos aspectos y situaciones de la vida cotidiana, además de que recibo una preparación mucho más completa con la que aplico todas mis habilidades al cien por ciento en cada cosa que hago. Colonia Juvenil no solo nos prepara para lo académico, sino también para la vida.
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